Comunicado | Llamamiento para
garantizar la imparcialidad, independencia y neutralidad de la ayuda
humanitaria en Venezuela
Puente Tienditas |
12 febrero, 2019
Etiquetas: Ayuda Humanitaria,
Venezuela
Ante la situación que se vive en
Venezuela y la confusión que se está creando respecto a la ayuda humanitaria en
el país, la Coordinadora de ONG para el Desarrollo y el Instituto de Estudios
sobre Conflictos y Acción Humanitaria, y la Sociedad de Medicina Humanitaria
hacen un llamamiento a los Estados y actores humanitarios para que garanticen
los principios que deben guiar toda ayuda humanitaria. Principios que han sido
acordados internacionalmente y que son esenciales para conseguir una
coordinación efectiva que salve vidas, alivie el sufrimiento, garantice los
derechos humanos y preserve la dignidad de las personas víctimas de conflictos,
emergencias, crisis humanitarias o desastres.
Recordamos que la respuesta a las
necesidades humanitarias en Venezuela debe tener en cuenta lo siguiente:
Toda la acción humanitaria debe ir guiada por un mandato de humanidad; debe garantizar los principios humanitarios de imparcialidad, independencia y neutralidad. Dichos principios han sido aceptados en numerosos documentos y en particular la Resolución 46/182 de la Asamblea General de la ONU.
La ayuda humanitaria no debe ser
instrumentalizada para otros fines que no sean la protección de la vida, el
alivio del sufrimiento y la garantía de los derechos humanos. Advertimos sobre
los riesgos que el uso político de la ayuda puede suponer para la población que
la recibe.
Cualquier actuación humanitaria
debe cumplir los acuerdos internacionalmente asumidos en la Declaración de
París sobre la Eficacia de la Ayuda al Desarrollo, los Principios de Ayuda
Humanitaria de Naciones Unidas y el Consenso Europeo sobre Ayuda Humanitaria.
Recordamos la resolución 71/129
de la Asamblea General de Naciones Unidas sobre la seguridad del personal
humanitario, en la que se establece que los Estados no deben condicionar su
trabajo.
Recordamos que el trabajo
humanitario es mucho más que la entrega de “paquetes de ayuda” y la mera
asistencia, supone un diagnóstico detallado de la situación, define quiénes son
las personas más vulnerables, analiza las cuestiones de género y edad, garantiza
la rendición de cuentas y una serie de criterios de calidad construidos
colectivamente en el ámbito internacional. La profesionalidad de quienes
realizan la ayuda debe estar contrastada y garantizada. La ayuda humanitaria no
debe ser instrumentalizada ni mediatizada.
La ayuda humanitaria debe ser una
contribución a la paz, sin causar perjuicio alguno, aludiendo al principio y
deber del “Do not harm”, y ha de mantener su carácter civil (no militar)
siempre, tal y como recogen las Directrices de Oslo aprobadas por las Naciones
Unidas.
Por ello, hacemos un llamamiento
para que toda acción humanitaria que se lleve a cabo garantice tales
principios, focalice sus actuaciones en la mejora de la vida de las personas
más vulnerables, garantice los derechos humanos, y contribuya a la construcción
de la estabilidad y la paz.
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