viernes, 6 de septiembre de 2019


CONTEXTOS URBANOS Y ETNOCULTURA INDÍGENA EN LA AMAZONÍA VENEZOLANA
UNA MIRADA DESDE LA PSICOLOGÍA JURÍDICA Y LOS PROCESOS PSICOSOCIALES ADAPTATIVOS

PARTE I 
Dr. Roger Luces Indígena Ñengatú Psicólogo-Abogado / Doctor en Salud y Sociedad / Profesor U.C.

En el devenir socio histórico de América, la estructura y funcionalidad de la sociedad etnocultural indígena en contextos urbanos  busca, entre otras respuestas, comprender los aprendizajes adaptativos útiles para que ésta población tan vulnerable responda adecuadamente a las demandas de los ciudadanos con los cuales conviven e interaccionan. En esta temática, se abordan y exploran, desde la Psicología Jurídica, algunos elementos de los contextos urbanos y su relación con los procesos adaptativos colectivos desde una perspectiva crítica para determinar los múltiples factores de riesgos que definen el convivir  común de los indígenas en los contextos poblacionales urbanos; los motivos de su migración; los complejos procesos de enculturación, transculturación y aculturación como impacto del vivir y convivir en las ciudades; su participación socio-educativa y, finalmente, la inducción al consumo de sustancias psicotrópicas y estupefacientes, a la pertenencia de grupos armados, así como la pertenencia a grupos de explotación sexual y su consecuente padecimiento de infecciones de transmisión sexual.

Desde la Polis griega, las Civitas y la Res Publica romana hasta la Burg de la edad media y, finalmente, la acepción moderna de Estado definida por Maquiavelo en su obra el Príncipe (1531), como término moderno, la constitución de un Estado, de una sociedad depende de cada país en particular. Entonces, desde su particular conformación se definen sus elementos, su estructura y su articulación sistemática para responder a las demandas poblacionales  (Kelly Janet, 2006). Así, en la actualidad, para definir y dar existencia al estado, a las ciudades, a la urbe, se estudia necesariamente la coexistencia de tres elementos fundamentales:
1) Un grupo social, llamado  genéricamente Población.
2) Un espacio físico o Territorio que sirve de asiento al factor humano poblacional.
 3) Un Poder Público que  traduce la autoridad que ha de ser acatada por el elemento humano del Estado, (Rivas Quintero Alfonzo, 2011).

Fundamentado en estos elementos y desde esta estructura social, la Psicología Jurídica  sistematiza los modelos de protección social como Seguridad Social y los procesos adaptativos que define las argumentaciones en contextos urbanos como tema central de los Derechos Humanos fundamentales de los indígenas. Refriéndome a las transformaciones que afectan los Sistemas de convivencia y la Etnocultura desde la perspectiva normativa, se realiza una revisión epistémica a los planteamientos señalados  para precisar  cómo la transformación cultural afecta los sistemas  adaptativos de la cultura indígena originaria en su convivir en entornos urbanos diferenciales a su cultura y su cotidianidad. Plantea omes Temporao (2012), que la quinta transición que están viviendo nuestros países es la cultural, lo cual es extremamente compleja y paradójica en virtud que se expresa en multiplicidad de aspectos relacionales.

El autor refiere que algunos son positivos, cuando constatamos, por ejemplo, la gran diseminación de información sobre la salud y la educación a través de los medios de comunicación de masas que, en principio, amplían el nivel de información a las personas sobre formas de promoción y prevención. Pero, simultáneamente, esta ampliación del acceso a la información sobre la salud trae aspectos negativos, porque muchos de esos espacios mediáticos en realidad expresan intereses y estrategias económicas de los segmentos del complejo médico industrial, de la industria de alimentos, cosméticos, bebidas, planes y seguros de salud, caracterizando un proceso cultural que expresa una dimensión negativa de la consciencia política en salud.

 Este aspecto del efecto de la transición cultural de salud, fundamenta en gran sentido la mirada de la salud como eje central del capitalismo asistencial y la comercialización efectiva de la asistencia, transformando el Derecho y la seguridad de protección social del estado en Deber que identifica un rasgo esencial de la impronta de la reproducción de modelos hegemónicos gananciales a grupos económicamente poderosos de la industrias relacionadas con la salud. Presa de ello, es la inmensa población indígena de la amazonia venezolana que, en búsqueda de un supuesto bienestar familiar, emigra a las poblaciones urbanas, sobre todo, a las capitales de los municipios y la capital del Estado Amazonas, Puerto Ayacucho, donde se evidencia su convivencia en estado realmente deplorable y preocupante.

Asímismo, para Temporao, (o.c.),  en lo referente a la cuestión cultural, internet aparece como un nuevo factor que complica el sistema de salud-educación. Refiere que el Dr. Google es el más nuevo y especialista médico y educador de las familias. Es decir, este medio de tecnología de la información y la comunicación, se convierte en el especialista que concluye el primer diagnóstico educativo y de la salud en la población. Así, con las respectivas consultas privadas, se construyen los estándares de consumo, la automedicación, la medicalización, la farmacopea como modelo hegemónico, la dependencia de sustancias psicoactivas, la prostitución, (Foucault M. 2008). Expresa Temporao que, las transformaciones culturales afectan los sistemas de salud-educación  con aspectos positivos y también negativos; por ello, recomienda trabajar adecuadamente con la dimensión de la comunicación y de la información, ya que en los sistemas de salud y la educación se  tienen que saber usar la información y la comunicación para la construcción de una consciencia crítica y política de ciudadanos demandantes de los servicios del sistema y no sólo quedarse a merced de lo que ponen en los medios de comunicación bajo la supremacía de  los intereses económicos, las corporaciones, los sectores industriales farmacológicos y tecnológicos, de los grupos de consumo de sustancias psicoactivas, de los grupos partidistas que aprovechan su vulnerabilidad para manipularlos en pro del apoyo al gobernante de turno.

 Para este autor brasileño, en los países de América, para fortalecer los sistemas de salud-educación, si bien se requiere información tecnológica adecuada y progresiva formación de profesionales, se requiere, fundamentalmente, la  reconstrucción de una nueva consciencia política social que permita al ciudadano indígena empoderarse de su propio y particular sistema regional. De tal manera que esta dimensión cultural y la educación colectiva rompa con la dependencia relacional de modo asistencialista improductivo, con los vicios consecuentes de las migraciones y de la manipulación a la nobleza etnocultural de los indígenas. Por ello, concluye expresando que  los sistemas con mayor capacidad de innovación serán, por lo tanto, los que construyan nuevas posibilidades para la enseñanza de las profesiones de la salud-educación y los que resguarden las normas de democracia directa y de participación de la población en la formulación de políticas públicas, en el control y en la fiscalización de la calidad de los servicios, en las respuestas institucionales para la población indígena, en los planes, programas y proyectos preventivos, en las adecuadas respuestas adaptativas a los contextos urbanos. En definitiva, las transformaciones positivas son las que le darán fortalecimiento a los distintos sistemas de salud, educación que respondan adecuadamente a las demandas de los ciudadanos indígenas habitantes de los contextos urbanos de la amazonia venezolana.

Trascendencia socio histórica de la transformación etnocultural indígena desde la estructura originaria al contexto urbano moderno

En la amazonía venezolana, al igual que en otros contextos de Abya Yala precolombina (hoy América), cuando los grupos humanos desarrollaron las condiciones y capacidades para dejar de ser nómadas, su identidad etnocultural se estructuró y conformó por la integración de factores y elementos socio culturales diferentes a su vida originaria. Este paso del nomadismo al sedentarismo, significó el surgimiento de comunidades más estables y permanentes (Urbes) y ello sólo fue posible al descubrir y desarrollar técnicas, estrategias y tecnología capaces de hacer que el indígena fuera productor de sus propios medios de consumo y organización socio-política. En todo el continente existieron grupos muy significativos que, hasta la actualidad, permanecen como hitos socio históricos relevantes, entre ellos los más conocidos;  Incas, Aztecas, Mayas, en el sur y centro de Abya Yala; los Piel Roja, Sioux, Navajos, Apaches, Iroqueses, entre  muchos del norte.

En consecuencia, no fue desde la llegada del europeo cuando se estructuró y conformó la Urbe: ya existían en grandes asentamientos. Así, Mesoamérica se encontraba dividida en dos zonas marcadas por el istmo de Tehuantepec; al sur se asentó la cultura Maya en la cual florecieron las ciudades más importantes: Tikal, Uaxactum Copán, Cobá, Clakmul, Toniná, Palenque, Comalcalco, Yaxchilán, Edzná y Becán, donde se observan los avances en todos los órdenes: arte, arquitectura, ciencia, culto a las estelas y escritura jeroglífica y, al norte, la cultura Azteca de quienes fundaron la ciudad de Tenochtitlán. Más hacia los Andes Centrales, se calcula que alrededor del año 10.000 a.c. Se establecieron los primeros asentamientos, especialmente en la zona del actual Perú llamada entonces Caral, naciendo de allí la cultura Inca cuya capital era la ciudad de Cuzco. Fue con la llegada del hombre europeo y la destrucción de los principales y más importantes centros poblados indígenas  (proceso de conquista) que los aborígenes regresan a sus antiguos  contextos naturales y a su convivir selvático para huir del invasor y destructivo poder del reciente conquistador.

Fue así como el mapa cultural de Abya Yala se diversificó presentando variedad de poblados semi- nómadas y prácticamente sin una organización y estructura definitiva, proceso que duró miles de años. En cambio, con la colonización el proceso de transformación cultural intenta reagrupar nuevamente al habitante autóctono en importantes centros poblados (Urbes) y adaptarlos a las actividades propias de esta forma de convivencia citadina. Proceso que comandó Europa y culminó a finales del siglo XVII con el establecimiento del nuevo orden de vida, la ciudad moderna. No obstante, ese nuevo orden de convivencia urbana consecuente al proceso colonizador, no tuvo la vigencia y trascendencia esperada, pues no logró masificar en su totalidad al indígena a la vida urbana y contrario a la intención colonizadora creó mayor resistencia en el habitante autóctono.
 En la actualidad, Venezuela atraviesa un complejo momento político y social  donde se están produciendo cambios acelerados que afectan el diseño de un aspirado sistema único de protección social y de salud-educación donde se pretende, mediante mecanismos ideológicos, imponer un sistema político diferente, muchas veces contrario a los valores y principios cardinales democráticos de la Constitución la cual establece que Venezuela es un estado democrático y social de derecho y de justicia, considerando la salud-educación como un derecho social fundamental para la vida, garantizando la rectoría y gestión de un sistema público nacional de carácter intersectorial, descentralizado y participativo (Constitución de la República, 1999, artículos 2, 83, 84).

No obstante,  se evidencia marcada influencia de modelos extranjeros y extraños, aspecto que resalta la copia y reproducción epistémica de contenidos sin considerar, o considerar muy poco, los elementos autóctonos y las cualidades específicas de la venezolanidad y, en nuestra región amazónica, de la etnocultura indígena. Las contradicciones observadas en la reproducción de modelos occidentales con el espíritu de la Constitución Nacional están produciendo importantes dificultades para el diseño, aprobación e implementación de un sistema de protección social que se desplaza entre visiones complementarias, multicultural y pluriétnicas que definen la población amazonense.

En otro sentido, la ausencia de un consenso sobre el modelo de desarrollo del Estado Amazonas, las políticas, las líneas de reforma estructural del estado y las posibilidades de su  financiación, junto con las características históricas propias del sistema venezolano de protección social, nos llevan primero a la consideración de la complejidad del problema de la salud-educación, y a reconocer que no existen modelos puros en cuanto son abstracciones ideales que en la práctica presentan variadas características basadas en diversas teorías y enfoques. Evidenciándose grandes divisiones, fragmentaciones, parcelamientos e intereses particulares en la política de atención a las comunidades indígenas, los pobladores abandonan sus comunidades en búsqueda de mayor bienestar para sí y su familia engrosando los altos porcentajes de población indígena vulnerables en los contextos urbanos.
Entendemos la Seguridad Social como “el conjunto de medidas previsivas dirigidas a garantizar a los habitantes de un país los medios económicos para lograr condiciones mínimas de comodidad, salud, educación y recreación, así como las providencias contra riesgos inherentes a la vida humana, como desempleo, enfermedad, invalidez parcial o total, vejez, oportunidad de educación y problemas de salud mental”.  Ello, debe pactarse en una política redistributiva y contributiva social que garantice este derecho a todos los venezolanos por igual. Situación que no es lo que se observa en la actualidad en nuestro Estado Amazonas. La Seguridad Social incluye, además, el pleno empleo, acceso universal a educación, redistribución del ingreso, regulación de relaciones laborales y de condiciones de trabajo, fomento de organizaciones de autoayuda y de negociación entre empresarios y trabajadores, como mecanismos de protección y regulación productiva del bienestar colectivo, respeto y apoyo a la Etnocultura indígena.

Al considerar la Asistencia Social como  Mecanismo mediante el cual las previsiones financieras corren a cargo del tesoro público (Estado) y son dirigidas a la porción económicamente más débil de la sociedad (población indígena), a personas que no pueden contribuir a una caja de previsión, o que, pudiéndolo hacer, todavía no han sido incorporadas a ellas, en Venezuela y, sobre todo, en la Amazonia venezolana, evidenciamos una pugna entre lo público, lo privado, lo militar, resultante de la impronta socio histórica negativa ideologizante, alienante, comercial y fraccionada controlada por grupos irregulares armados y controladores del extrativismo aurífero, así como la vasta gama de especies en contrabando. En general, en cuanto a las características fundamentales el sistema de salud, educación en el Estado Amazonas, se puede afirmar que hay varios factores asociados a una baja capacidad de respuesta del sistema nacional.

Si valoramos tal situación desde la Psicología Jurídica encontramos:
a) La segmentación o coexistencia de subsistemas con distintos arreglos de financiamiento, afiliación y prestaciones, generalmente divididos, que cubren diversos segmentos de la población, por lo general determinados por su nivel de ingreso o su capacidad para contribuir. Habitualmente se manifiesta en un subsistema público deficiente y mal atendido, frecuentado por los indígenas y, en un sector controlador de las actividades económicas con más recursos, y orientado a la explotación de los recursos naturales, concentrado en los segmentos más ricos de la actividad extractivista. Entre ambos se sitúan los sistemas de asistencia social que cubren los religiosos formales con sus motivaciones dirigidas a la conservación y sustentabilidad del medio ambiente. Este tipo de organización genera y profundiza las desigualdades en el acceso y el financiamiento de los servicios de salud-educación.
b) La fragmentación o existencia de muchas entidades gubernamentales no integradas dentro de un mismo subsistema. Esta situación eleva los costos de transacción en el sistema estadal o nacional en su conjunto y hace difícil garantizar condiciones equivalentes de atención para las poblaciones indígenas atendidas por los diversos subsistemas de salud-educación. La suma de segmentación más fragmentación conduce con frecuencia a dobles y triples deficiencias dentro del mismo grupo familiar, con la consiguiente ineficiencia en la asignación de recursos. Produciendo perdida de la eficiencia y eficacia del sistema de salud-educación, ya tan fragmentado: aspecto que incrementa la vulnerabilidad de los pueblos indígenas en contextos urbanos.
c) El predominio de migraciones regionales de familias indígenas no formadas o capacitadas para convivir en la Urbe, situación que determina que la posibilidad de recibir la atención de salud-educación  requerida depende parcial o totalmente de la capacidad de pago de cada persona. Este tipo de financiamiento determina un alto grado de inequidad en el sistema y una alta proporción de gastos familiares imposibles de cubrir en las condiciones económicas actuales del país. Situación que revela la falta de protección al habitante autóctono de la amazonía venezolana, diezmando sus posibilidades y obligando su participación en los grupos de irregulares armados, en el contrabando, en la prostitución, en la delincuencia, en la dependencia de sustancia psicoactiva y en muchas otras actividades contrarias a su propia cultura y cosmovisión.
d) Rectoría débil o poco desarrollada de las instituciones u organismos estadales, que impide el establecimiento de reglas del juego justas en la relación entre el indígena y el proveedor de servicios y adolece de una formulación explícita insuficiente de los conjuntos básicos de prestaciones garantizadas por los diferentes esquemas de aseguramiento social como por ejemplo el Ministerio de los pueblos indígenas.
e) La deficiente participación de la comunidad indígena, de la gente, del ciudadano amazónico  como apéndice garante de la funcionalidad descentralizada del sistema de salud-educación.
f) El sentido y direccionalidad centralizadora del gobierno, lo cual empeora y dificulta la optimización intersectorial del sistema de salud-educación como oportunidad y garantía de subsistencia de la población indígena en su contexto y entorno comunitario ancestral.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), los objetivos finales, básicos o intrínsecos de los sistemas de salud son: mejorar la salud de la población, ofrecer servicios adecuados a los usuarios, ofrecer seguridad financiera en materia de salud. En Venezuela, la Segmentación y la Fragmentación impiden dar adecuadas respuestas a lo señalado. En consecuencia, las estrategias para enfrentar la segmentación y la fragmentación del sistema de salud, requiere de la combinación de acciones de coordinación interinstitucional y de integración de operaciones. Para la coordinación interinstitucional será necesario fortalecer la rectoría y la conducción de la política sectorial. Por su lado, la integración de operaciones combinará la gestión de redes integradas de servicios y la integración de programas en el sistema.

La continuidad de esta política y la progresividad de su estrategia, permitirá pasar de la segmentación y la fragmentación actual a la integración de los servicios en red y conquistar de esta manera, no obstante su complejidad, un Sistema de  salud-educación como garantía a la población indígena. El proceso, en su etapa avanzada, alcanzará sucesivamente la integración del sistema de protección social etnocultural, la integración con el sistema de ocupación laboral social y finalmente la integración intersectorial de los subsistemas sociales en una Venezuela multiétnica y pluricultural. Se estima que hay entre 300 y 500 millones de indígenas en más de 70 países de todo el mundo, representado más de 5.000 idiomas y culturas en todos los continentes.

Son la raíz de las grandes culturas y necesario soporte para comprender la naturaleza humana. Las Naciones Unidas se inspiran en el relator especial José Martínez Cobo para definir a un pueblo como indígena: “Son comunidades, pueblos y naciones indígenas los que, teniendo una continuidad histórica con las sociedades anteriores a la invasión  pre coloniales, se desarrollaron en sus territorios, se consideran distintos de otros sectores de las sociedades que ahora prevalecen en esos territorios o en partes de ellos. Constituyen ahora sectores no dominantes de la sociedad y tienen la determinación de preservar, desarrollar y transmitir a futuras generaciones sus territorios ancestrales y su identidad étnica como base de su existencia continuada como pueblo, de acuerdo con sus propios patrones culturales, sus instituciones sociales y sus sistemas legales”.




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