CONTEXTOS URBANOS Y ETNOCULTURA INDÍGENA EN LA AMAZONÍA VENEZOLANA
UNA MIRADA DESDE LA
PSICOLOGÍA JURÍDICA Y LOS PROCESOS PSICOSOCIALES ADAPTATIVOS
PARTE I
Dr. Roger Luces Indígena Ñengatú Psicólogo-Abogado /
Doctor en Salud y Sociedad / Profesor U.C.
En el devenir socio histórico de
América, la estructura y funcionalidad de la sociedad etnocultural indígena en
contextos urbanos busca, entre otras respuestas,
comprender los aprendizajes adaptativos útiles para que ésta población tan
vulnerable responda adecuadamente a las demandas de los ciudadanos con los
cuales conviven e interaccionan. En esta temática, se abordan y exploran, desde
la Psicología Jurídica, algunos elementos de los contextos urbanos y su
relación con los procesos adaptativos colectivos desde una perspectiva crítica
para determinar los múltiples factores de riesgos que definen el convivir común de los indígenas en los contextos
poblacionales urbanos; los motivos de su migración; los complejos procesos de
enculturación, transculturación y aculturación como impacto del vivir y
convivir en las ciudades; su participación socio-educativa y, finalmente, la
inducción al consumo de sustancias psicotrópicas y estupefacientes, a la
pertenencia de grupos armados, así como la pertenencia a grupos de explotación
sexual y su consecuente padecimiento de infecciones de transmisión sexual.
Desde la Polis griega, las
Civitas y la Res Publica romana hasta la Burg de la edad media y, finalmente,
la acepción moderna de Estado definida por Maquiavelo en su obra el Príncipe
(1531), como término moderno, la constitución de un Estado, de una sociedad
depende de cada país en particular. Entonces, desde su particular conformación
se definen sus elementos, su estructura y su articulación sistemática para
responder a las demandas poblacionales
(Kelly Janet, 2006). Así, en la actualidad, para definir y dar
existencia al estado, a las ciudades, a la urbe, se estudia necesariamente la
coexistencia de tres elementos fundamentales:
1) Un grupo social, llamado genéricamente Población.
2) Un espacio físico o Territorio
que sirve de asiento al factor humano poblacional.
3) Un Poder Público que traduce la autoridad que ha de ser acatada
por el elemento humano del Estado, (Rivas Quintero Alfonzo, 2011).
Fundamentado en estos elementos y
desde esta estructura social, la Psicología Jurídica sistematiza los modelos de protección social
como Seguridad Social y los procesos adaptativos que define las argumentaciones
en contextos urbanos como tema central de los Derechos Humanos fundamentales de
los indígenas. Refriéndome a las transformaciones que afectan los Sistemas de
convivencia y la Etnocultura desde la perspectiva normativa, se realiza una
revisión epistémica a los planteamientos señalados para precisar
cómo la transformación cultural afecta los sistemas adaptativos de la cultura indígena originaria
en su convivir en entornos urbanos diferenciales a su cultura y su cotidianidad.
Plantea omes Temporao (2012), que la quinta transición que están viviendo
nuestros países es la cultural, lo cual es extremamente compleja y paradójica
en virtud que se expresa en multiplicidad de aspectos relacionales.
El autor refiere que algunos son
positivos, cuando constatamos, por ejemplo, la gran diseminación de información
sobre la salud y la educación a través de los medios de comunicación de masas
que, en principio, amplían el nivel de información a las personas sobre formas
de promoción y prevención. Pero, simultáneamente, esta ampliación del acceso a
la información sobre la salud trae aspectos negativos, porque muchos de esos
espacios mediáticos en realidad expresan intereses y estrategias económicas de
los segmentos del complejo médico industrial, de la industria de alimentos,
cosméticos, bebidas, planes y seguros de salud, caracterizando un proceso
cultural que expresa una dimensión negativa de la consciencia política en
salud.

Asímismo, para Temporao,
(o.c.), en lo referente a la cuestión
cultural, internet aparece como un nuevo factor que complica el sistema de
salud-educación. Refiere que el Dr. Google es el más nuevo y especialista médico
y educador de las familias. Es decir, este medio de tecnología de la
información y la comunicación, se convierte en el especialista que concluye el
primer diagnóstico educativo y de la salud en la población. Así, con las
respectivas consultas privadas, se construyen los estándares de consumo, la
automedicación, la medicalización, la farmacopea como modelo hegemónico, la
dependencia de sustancias psicoactivas, la prostitución, (Foucault M. 2008).
Expresa Temporao que, las transformaciones culturales afectan los sistemas de salud-educación con aspectos positivos y también negativos;
por ello, recomienda trabajar adecuadamente con la dimensión de la comunicación
y de la información, ya que en los sistemas de salud y la educación se tienen que saber usar la información y la comunicación
para la construcción de una consciencia crítica y política de ciudadanos
demandantes de los servicios del sistema y no sólo quedarse a merced de lo que
ponen en los medios de comunicación bajo la supremacía de los intereses económicos, las corporaciones,
los sectores industriales farmacológicos y tecnológicos, de los grupos de
consumo de sustancias psicoactivas, de los grupos partidistas que aprovechan su
vulnerabilidad para manipularlos en pro del apoyo al gobernante de turno.
Para este autor brasileño, en los países de
América, para fortalecer los sistemas de salud-educación, si bien se requiere
información tecnológica adecuada y progresiva formación de profesionales, se
requiere, fundamentalmente, la reconstrucción
de una nueva consciencia política social que permita al ciudadano indígena
empoderarse de su propio y particular sistema regional. De tal manera que esta
dimensión cultural y la educación colectiva rompa con la dependencia relacional
de modo asistencialista improductivo, con los vicios consecuentes de las
migraciones y de la manipulación a la nobleza etnocultural de los indígenas.
Por ello, concluye expresando que los
sistemas con mayor capacidad de innovación serán, por lo tanto, los que construyan
nuevas posibilidades para la enseñanza de las profesiones de la salud-educación
y los que resguarden las normas de democracia directa y de participación de la
población en la formulación de políticas públicas, en el control y en la
fiscalización de la calidad de los servicios, en las respuestas institucionales
para la población indígena, en los planes, programas y proyectos preventivos,
en las adecuadas respuestas adaptativas a los contextos urbanos. En definitiva,
las transformaciones positivas son las que le darán fortalecimiento a los distintos
sistemas de salud, educación que respondan adecuadamente a las demandas de los
ciudadanos indígenas habitantes de los contextos urbanos de la amazonia
venezolana.
Trascendencia socio histórica de la transformación etnocultural
indígena desde la estructura originaria al contexto urbano moderno
En la amazonía venezolana, al
igual que en otros contextos de Abya Yala precolombina (hoy América), cuando
los grupos humanos desarrollaron las condiciones y capacidades para dejar de
ser nómadas, su identidad etnocultural se estructuró y conformó por la
integración de factores y elementos socio culturales diferentes a su vida
originaria. Este paso del nomadismo al sedentarismo, significó el surgimiento
de comunidades más estables y permanentes (Urbes) y ello sólo fue posible al
descubrir y desarrollar técnicas, estrategias y tecnología capaces de hacer que
el indígena fuera productor de sus propios medios de consumo y organización
socio-política. En todo el continente existieron grupos muy significativos que,
hasta la actualidad, permanecen como hitos socio históricos relevantes, entre
ellos los más conocidos; Incas, Aztecas,
Mayas, en el sur y centro de Abya Yala; los Piel Roja, Sioux, Navajos, Apaches,
Iroqueses, entre muchos del norte.
En consecuencia, no fue desde la
llegada del europeo cuando se estructuró y conformó la Urbe: ya existían en
grandes asentamientos. Así, Mesoamérica se encontraba dividida en dos zonas
marcadas por el istmo de Tehuantepec; al sur se asentó la cultura Maya en la
cual florecieron las ciudades más importantes: Tikal, Uaxactum Copán, Cobá,
Clakmul, Toniná, Palenque, Comalcalco, Yaxchilán, Edzná y Becán, donde se
observan los avances en todos los órdenes: arte, arquitectura, ciencia, culto a
las estelas y escritura jeroglífica y, al norte, la cultura Azteca de quienes
fundaron la ciudad de Tenochtitlán. Más hacia los Andes Centrales, se calcula
que alrededor del año 10.000 a.c. Se establecieron los primeros asentamientos,
especialmente en la zona del actual Perú llamada entonces Caral, naciendo de
allí la cultura Inca cuya capital era la ciudad de Cuzco. Fue con la llegada
del hombre europeo y la destrucción de los principales y más importantes
centros poblados indígenas (proceso de
conquista) que los aborígenes regresan a sus antiguos contextos naturales y a su convivir selvático
para huir del invasor y destructivo poder del reciente conquistador.
Fue así como el mapa cultural de
Abya Yala se diversificó presentando variedad de poblados semi- nómadas y
prácticamente sin una organización y estructura definitiva, proceso que duró
miles de años. En cambio, con la colonización el proceso de transformación
cultural intenta reagrupar nuevamente al habitante autóctono en importantes
centros poblados (Urbes) y adaptarlos a las actividades propias de esta forma
de convivencia citadina. Proceso que comandó Europa y culminó a finales del
siglo XVII con el establecimiento del nuevo orden de vida, la ciudad moderna.
No obstante, ese nuevo orden de convivencia urbana consecuente al proceso
colonizador, no tuvo la vigencia y trascendencia esperada, pues no logró
masificar en su totalidad al indígena a la vida urbana y contrario a la
intención colonizadora creó mayor resistencia en el habitante autóctono.


En la actualidad, Venezuela atraviesa un
complejo momento político y social donde
se están produciendo cambios acelerados que afectan el diseño de un aspirado
sistema único de protección social y de salud-educación donde se pretende,
mediante mecanismos ideológicos, imponer un sistema político diferente, muchas
veces contrario a los valores y principios cardinales democráticos de la
Constitución la cual establece que Venezuela es un estado democrático y social
de derecho y de justicia, considerando la salud-educación como un derecho
social fundamental para la vida, garantizando la rectoría y gestión de un
sistema público nacional de carácter intersectorial, descentralizado y
participativo (Constitución de la República, 1999, artículos 2, 83, 84).
No obstante, se evidencia marcada influencia de modelos extranjeros
y extraños, aspecto que resalta la copia y reproducción epistémica de
contenidos sin considerar, o considerar muy poco, los elementos autóctonos y
las cualidades específicas de la venezolanidad y, en nuestra región amazónica,
de la etnocultura indígena. Las contradicciones observadas en la reproducción
de modelos occidentales con el espíritu de la Constitución Nacional están
produciendo importantes dificultades para el diseño, aprobación e
implementación de un sistema de protección social que se desplaza entre
visiones complementarias, multicultural y pluriétnicas que definen la población
amazonense.
En otro sentido, la ausencia de
un consenso sobre el modelo de desarrollo del Estado Amazonas, las políticas,
las líneas de reforma estructural del estado y las posibilidades de su financiación, junto con las características
históricas propias del sistema venezolano de protección social, nos llevan
primero a la consideración de la complejidad del problema de la salud-educación,
y a reconocer que no existen modelos puros en cuanto son abstracciones ideales
que en la práctica presentan variadas características basadas en diversas
teorías y enfoques. Evidenciándose grandes divisiones, fragmentaciones,
parcelamientos e intereses particulares en la política de atención a las
comunidades indígenas, los pobladores abandonan sus comunidades en búsqueda de
mayor bienestar para sí y su familia engrosando los altos porcentajes de
población indígena vulnerables en los contextos urbanos.
Entendemos la Seguridad Social
como “el conjunto de medidas previsivas dirigidas a garantizar a los habitantes
de un país los medios económicos para lograr condiciones mínimas de comodidad,
salud, educación y recreación, así como las providencias contra riesgos
inherentes a la vida humana, como desempleo, enfermedad, invalidez parcial o
total, vejez, oportunidad de educación y problemas de salud mental”. Ello, debe pactarse en una política
redistributiva y contributiva social que garantice este derecho a todos los
venezolanos por igual. Situación que no es lo que se observa en la actualidad
en nuestro Estado Amazonas. La Seguridad Social incluye, además, el pleno
empleo, acceso universal a educación, redistribución del ingreso, regulación de
relaciones laborales y de condiciones de trabajo, fomento de organizaciones de
autoayuda y de negociación entre empresarios y trabajadores, como mecanismos de
protección y regulación productiva del bienestar colectivo, respeto y apoyo a
la Etnocultura indígena.
Al considerar la Asistencia
Social como Mecanismo mediante el cual
las previsiones financieras corren a cargo del tesoro público (Estado) y son
dirigidas a la porción económicamente más débil de la sociedad (población
indígena), a personas que no pueden contribuir a una caja de previsión, o que,
pudiéndolo hacer, todavía no han sido incorporadas a ellas, en Venezuela y,
sobre todo, en la Amazonia venezolana, evidenciamos una pugna entre lo público,
lo privado, lo militar, resultante de la impronta socio histórica negativa
ideologizante, alienante, comercial y fraccionada controlada por grupos
irregulares armados y controladores del extrativismo aurífero, así como la
vasta gama de especies en contrabando. En general, en cuanto a las
características fundamentales el sistema de salud, educación en el Estado
Amazonas, se puede afirmar que hay varios factores asociados a una baja
capacidad de respuesta del sistema nacional.
Si valoramos tal situación desde
la Psicología Jurídica encontramos:
a) La segmentación o coexistencia
de subsistemas con distintos arreglos de financiamiento, afiliación y
prestaciones, generalmente divididos, que cubren diversos segmentos de la
población, por lo general determinados por su nivel de ingreso o su capacidad
para contribuir. Habitualmente se manifiesta en un subsistema público
deficiente y mal atendido, frecuentado por los indígenas y, en un sector
controlador de las actividades económicas con más recursos, y orientado a la
explotación de los recursos naturales, concentrado en los segmentos más ricos
de la actividad extractivista. Entre ambos se sitúan los sistemas de asistencia
social que cubren los religiosos formales con sus motivaciones dirigidas a la
conservación y sustentabilidad del medio ambiente. Este tipo de organización
genera y profundiza las desigualdades en el acceso y el financiamiento de los
servicios de salud-educación.
b) La fragmentación o existencia
de muchas entidades gubernamentales no integradas dentro de un mismo
subsistema. Esta situación eleva los costos de transacción en el sistema
estadal o nacional en su conjunto y hace difícil garantizar condiciones
equivalentes de atención para las poblaciones indígenas atendidas por los
diversos subsistemas de salud-educación. La suma de segmentación más
fragmentación conduce con frecuencia a dobles y triples deficiencias dentro del
mismo grupo familiar, con la consiguiente ineficiencia en la asignación de
recursos. Produciendo perdida de la eficiencia y eficacia del sistema de
salud-educación, ya tan fragmentado: aspecto que incrementa la vulnerabilidad de
los pueblos indígenas en contextos urbanos.
c) El predominio de migraciones
regionales de familias indígenas no formadas o capacitadas para convivir en la
Urbe, situación que determina que la posibilidad de recibir la atención de
salud-educación requerida depende
parcial o totalmente de la capacidad de pago de cada persona. Este tipo de
financiamiento determina un alto grado de inequidad en el sistema y una alta
proporción de gastos familiares imposibles de cubrir en las condiciones
económicas actuales del país. Situación que revela la falta de protección al
habitante autóctono de la amazonía venezolana, diezmando sus posibilidades y
obligando su participación en los grupos de irregulares armados, en el
contrabando, en la prostitución, en la delincuencia, en la dependencia de
sustancia psicoactiva y en muchas otras actividades contrarias a su propia
cultura y cosmovisión.
d) Rectoría débil o poco
desarrollada de las instituciones u organismos estadales, que impide el
establecimiento de reglas del juego justas en la relación entre el indígena y
el proveedor de servicios y adolece de una formulación explícita insuficiente
de los conjuntos básicos de prestaciones garantizadas por los diferentes
esquemas de aseguramiento social como por ejemplo el Ministerio de los pueblos
indígenas.
e) La deficiente participación de
la comunidad indígena, de la gente, del ciudadano amazónico como apéndice garante de la funcionalidad
descentralizada del sistema de salud-educación.
f) El sentido y direccionalidad
centralizadora del gobierno, lo cual empeora y dificulta la optimización
intersectorial del sistema de salud-educación como oportunidad y garantía de
subsistencia de la población indígena en su contexto y entorno comunitario
ancestral.
De acuerdo a la Organización
Mundial de la Salud (OMS), los objetivos finales, básicos o intrínsecos de los
sistemas de salud son: mejorar la salud de la población, ofrecer servicios
adecuados a los usuarios, ofrecer seguridad financiera en materia de salud. En
Venezuela, la Segmentación y la Fragmentación impiden dar adecuadas respuestas
a lo señalado. En consecuencia, las estrategias para enfrentar la segmentación
y la fragmentación del sistema de salud, requiere de la combinación de acciones
de coordinación interinstitucional y de integración de operaciones. Para la
coordinación interinstitucional será necesario fortalecer la rectoría y la
conducción de la política sectorial. Por su lado, la integración de operaciones
combinará la gestión de redes integradas de servicios y la integración de
programas en el sistema.

Son la raíz de las grandes
culturas y necesario soporte para comprender la naturaleza humana. Las Naciones
Unidas se inspiran en el relator especial José Martínez Cobo para definir a un
pueblo como indígena: “Son comunidades, pueblos y naciones indígenas los que,
teniendo una continuidad histórica con las sociedades anteriores a la
invasión pre coloniales, se
desarrollaron en sus territorios, se consideran distintos de otros sectores de
las sociedades que ahora prevalecen en esos territorios o en partes de ellos.
Constituyen ahora sectores no dominantes de la sociedad y tienen la
determinación de preservar, desarrollar y transmitir a futuras generaciones sus
territorios ancestrales y su identidad étnica como base de su existencia
continuada como pueblo, de acuerdo con sus propios patrones culturales, sus
instituciones sociales y sus sistemas legales”.
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