miércoles, 6 de noviembre de 2019


El oro (uudu) que oprime el Amazonas venezolano
Foto: Minerva Vitti Rodríguez
Por: Minerva Vitti Rodríguez
Septiembre 10, 2019

El 11 de febrero de 2017 un líder indígena ye’kwana fue apresado en una alcabala de la Guardia Nacional por transportar 10 gramos de oro (uudu). La jurisdicción ordinaria quería condenarlo por tráfico y comercio ilícito de recursos o materiales estratégicos. La detención de Yadö* solo era un síntoma de lo que ocurre en el interior del estado Amazonas, en Venezuela: el oro funciona como moneda. El siguiente reportaje relata cómo los ye’kwanas activaron la jurisdicción especial indígena para defender a este miembro de su comunidad y examina la sentencia que emitieron donde denuncian los años de minería ilegal en este estado, la incertidumbre jurídica que ha creado el gobierno para legitimar la minería en estos territorios y el significado del oro para el pueblo ye’kwana. Todo enmarcado en la deuda histórica de la demarcación de sus territorios.

Cuando José Antonio Páez, sabio ye’kwana, se sentó en el medio del öttö, una brisa tibia recorrió la inmensa churuata en Cacuri. La luz solar entró por algunas puertas, ventanas y una cicatriz que rasgaba el techo vegetal. Páez, camisa anaranjada, chores negros y sandalias de plástico, sostenía sobre sus manos dos hojas blancas desgastadas como pergaminos. Cerró un poco los ojos para ver mejor y comenzó a cantar. El anciano cantó la demarcación de los territorios indígenas que hizo el guerrero mítico Kuyujani, cantó el primer conuco sembrado cerca del río Parú, cantó el árbol de Marahuaka, cantó cómo las mujeres recogen los alimentos para garantizar la comida de la comunidad. Entonces los ye’kwanas recordaron los caminos y sus pensamientos comenzaron a danzar con la melodía ritual. En aquel momento sagrado la memoria se restituía y se sacudía la oscuridad.

Ye’kwana es una voz caribe que significa literalmente “la gente del tronco en el agua” (ye – tronco, ku- agua, ana- gente) o “gente de curiara”. Pero los ye’kwana se llaman a sí mismos so’to, que significa persona. Estos indígenas son grandes navegantes de los ríos del sur de Venezuela. Actualmente tienen una población estimada en 7.997 personas, que habitan en unas treinta comunidades ubicadas a lo largo del curso medio y alto de los ríos Caura, Erebato, Paragua, Ventuari, Padamo y Cunucunuma, ríos que nacen en las alturas de los tepuyes del Macizo Guayanés y que vierten sus aguas al Orinoco.

Terminado el canto, cada una de las ancianas y ancianos que conforman el Tribunal Indígena Tuduma’ saka se sentó en un banco. Detrás, en una pizarra acrílica, estaban escritos sus nombres. José Antonio Páez se ubicó delante de ellos para juramentarlos. Era 7 de noviembre de 2018 y se estaba desarrollando la V Asamblea Anual de la Organización Indígena Kuyunu del Sector Medio y Alto Ventuari. Quince de las treinta y cuatro comunidades ubicadas a lo ancho de este río, en el municipio Manapiare del estado Amazonas, estaban presentes en un encuentro que no se realizaba desde 2012.

Para llegar hasta Cacuri, muchos habían tenido que usar su propia fuerza: caminar por días o navegar horas, entre ellos José Antonio Páez, de edad indescifrable, que navegó a canalete (remos) con sus hijos por la falta de combustible y  motores fuera de borda.

Los indígenas de los pueblos ye’kwana y sanema estaban en Cacuri para hablar sobre la demarcación de sus territorios, la minería, los desalojos de foráneos y, especialmente, de la jurisdicción especial indígena.

Ya habían pasado dos años desde que los ancianos habían tenido que formar un tribunal accidental en Puerto Ayacucho, el Tribunal Indígena Tuduma’ saka, para defender a Yadö*, indígena ye’kwana, acusado por la justicia ordinaria por transportar 10 gramos de oro. Aunque esta no era la primera vez que los indígenas activaban la jurisdicción especial indígena.

Preso por 10 gramos de oro

Estos son los antecedentes inmediatos de la historia de Yadö: El día 22 de enero del 2017 a las diez de la mañana, Yadö junto a otros compañeros ye’kwanas se reunieron en la churuata comunitaria de la casa comunal de Cacuri, en el municipio Manapiare, para planificar el viaje para Puerto Ayacucho, ya que asistirían a una Asamblea de la Organización Indígena de la Cuenca del Caura Kuyujani, en el estado Bolívar. Para aquel momento no había gasolina para el transporte fluvial y tuvieron que trasladarse por una trocha desde Cacuri hasta el municipio Alto Orinoco. Partieron el 23 de enero en la madrugada y llegaron el 4 de febrero a la comunidad de Huachamare, tras 14 días de camino. En ese lugar Yadö decidió cambiar el producto agrícola que llevaba, dos sacos de mañoco y dos bojotes de tabaco, por 10 gramos de oro.


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