REFLEXIONES ACERCA DE LA DEMOCRACIA
Por: Héctor Escandell García
La evidencia creciente de que
algo está cambiando en el escenario político global y que ese o esos
cambios parecen
estar al margen de la participación consciente de gran parte de la sociedad
mundial, sin estar seguros de si se trata de un proceso realmente
transformador o simplemente de un
reacomodo de las fuerzas dominantes, nos motiva a reflexionar en torno al
concepto de Democracia.
Desde aquí, si entendemos por
pueblo a las personas que forman parte de los Estados, sin distinción de raza,
credo, condición económica, género o de cualquier otra categoría
discriminatoria, y comprendemos las condiciones de precariedad en las que viven
miles de millones de seres humanos, podríamos concluir que la Democracia
(sistema generalizado de gobierno, al menos en el papel) puede y debe ser
cuestionada como sistema político en base a sus resultados.
Pero también, podemos pensar que la
Democracia, como producto de construcción social humana, no puede ser perfecta
y sí perfectible; es decir que a par r del reconocimiento de los errores,
podríamos promover las acciones correctivas permanentes para mi gar o resolver
los problemas que aquejan a la humanidad.
Pasamos entonces a reflexionar si
lo anterior es posible en el marco de unas estructuras de poder: político,
económico y militar, que además de estar consolidadas, parecen entenderse, a
pesar de la confrontación entre los actores con poder real, en aras de mantener
sus privilegios. La pregunta que surge sería ¿Cuál es la posibilidad real de
que el pueblo pueda incidir en esos procesos de confrontación en defensa de sus
intereses vitales; aquellos que realmente transformen las condiciones de
precariedad que caracteriza nuestras vidas?
Podríamos revisar múltiples
ejemplos de acción popular que, aparentemente, han logrado imponerse ante el
poder, y podríamos concluir que los cambios resultaron más aparentes que
reales.
Las categorías acordadas para definir los
distintos tipos de democracia podrían ayudarnos en el análisis. La democracia
representa va, modalidad dominante; la democracia par cipa va, promovida como
opción para regenerar la viabilidad social del sistema y, la democracia
indirecta, de raíces antiguas y hoy calificada como impracticable por las mismas
estructuras construidas para soportar las bases del sistema: esencialmente los
Estados nación y toda la parafernalia discursiva dirigida a dividir a la
humanidad (nacionalidad, patria, soberanía…) y el instrumento expresado en los
par dos políticos, de cualquier orientación y o posición ideológica.
Ante una realidad que nos arrolla, ¿Qué podríamos hacer? Es la pregunta que cada uno de nosotros debe responder. Desde mi perspectiva: promover la tolerancia, el respeto a la opinión ajena, a la naturaleza y a la vida humana, deben ser conductas que orienten la acción; procurando la Paz ante la barbarie de la guerra es mulada por quienes se benefician de ella.
Recordemos a Winston Churchill:
De hecho, se ha dicho que la democracia es la peor forma de gobierno, a
excepción de todas las otras que se han
probado de vez en cuando.
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