La veda a la
minería se levanta en ‘La Nueva Amazonas’
Tomado de ARMANDOINFO /16 febrero 2022
Las
leyes de Caracas y el patrimonio ancestral aborigen prohíben desde hace décadas
la explotación abierta de minerales en las selvas del estado Amazonas, hasta el
punto de convertirla casi en tabú. Pero las actividades furtivas de los
‘garimpeiros’ en las mismísimas nacientes del Orinoco, la miseria reinante y el
reciente discurso oficial van creando una atmósfera cada vez más proclive a la
aceptación de la industria extractiva a cualquier escala y en manos del Estado
o de privados.
Son
casi las cinco de la tarde del 18 de noviembre de 2021. Tras la hierba alta, en
un recodo del eje carretero norte de Puerto Ayacucho, cerca de la entrada a Galipero
Viejo, se levantan unos galpones en construcción que ya muestran el logo de la
Corporación Venezolana de Minería (CVM), organismo adscrito al Ministerio de
Desarrollo Minero Ecológico, que opera desde 2013. Al frente, una valla anuncia
en letras negras, mayúsculas y centradas: CENTRO DE INSUMOS MINEROS. Industrias
Onixalex, CA. Puerto Ayacucho. En la esquina inferior derecha el logo del
llamado Motor Minero. Una bandera nacional ondea en el aviso. También lleva el
logo de la CVM.
Este
es un noviembre electoral. El oficialismo convocó para el día 21 unas polémicas
elecciones regionales para escoger gobernadores de estados y alcaldes
municipales en todo el país.
En
el estado Amazonas se encuentra en plena campaña el gobernador en ejercicio,
Miguel Rodríguez, quien aspira a la reelección. Inaugura obras y entrega
materiales e insumos en los siete municipios del estado Amazonas. Mediante
recursos del Estado –como aviones y helicópteros militares– visita lugares
distantes a los que los otros candidatos, por no hablar de la mayoría de los
habitantes de la entidad, jamás podrían llegar. La falta de gasolina y el
altísimo costo de los pasajes son los principales impedimentos.
En
La Esmeralda, en el municipio Alto Orinoco, Rodríguez debió arengar a la gente
en medio de la oscuridad. Por falta de combustible, no había luz en la cancha
techada en la que se presentó. Pero no se dejó inmutar ni por el inconveniente
ni por los gritos de la concurrencia que preguntaba: “¿Y la gasolina?”. Entregó
al pueblo una planta eléctrica a gasoil.
La
valla en Galipero Viejo y el discurso de campaña de Miguel Rodríguez -quien a
la postre resultó reelecto– comparten un rasgo: se refieren sin tapujos a la
promoción oficial de la actividad minera en el estado Amazonas, donde está
prohibida desde 1989.
Foto: Minerva Vitti
Rodríguez, del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), presentó el 29 de octubre de 2021, como parte de su oferta electoral, el Plan de Desarrollo La Nueva Amazonas. Aunque no era más que una lista escueta de puntos sin mayor precisión, en el documento destacaban dos premisas: crear y consolidar las Zonas Económicas Especiales, así como promover el “gran debate” sobre la actividad minera en Amazonas.
“Ahora
está naciendo la nueva Amazonas… Porque este 21 noviembre vamos a obtener una
gran victoria”, dijo al finalizar el acto en las instalaciones del gimnasio
cubierto del Escondido en la ciudad de Puerto Ayacucho. Pero luego, en todos
sus mítines a lo largo de la campaña, hasta su victoria en las urnas, enarboló
el lema de La Nueva Amazonas.
Son
las más recientes señales de que, desde la jerarquía del Estado, se prepara el
terreno para romper los sellos del tabú que hasta ahora prohíbe la explotación
minera en el estado Amazonas, una gran área selvática y de reserva biodiversa
donde nace el río Orinoco, el más largo de Venezuela y el tercero en caudal en
el mundo.
A
Eligio Dacosta, indígena baniva y coordinador general de la Organización
Indígena de Pueblos Indígenas de Amazonas (Orpia), le preocupa el intento de
legalizar la minería en el estado Amazonas o de promover una réplica del Arco
Minero que el gobierno de Nicolás Maduro instauró en el vecino estado Bolívar.
“Muchos
dirigentes políticos están viendo esto como una alternativa para solucionar
supuestamente el bloqueo que tenemos ahorita en Venezuela y la crisis económica
del país o, en este caso, de aquí de la región”, observa Dacosta, días después
de participar en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático (COP 26), que se realizó en Glasgow, Escocia. “No ven que esto
realmente es destrucción en los territorios, porque lamentablemente donde están
los recursos minerales están los pueblos indígenas y eso es lo que nosotros no
queremos”.
Lo
que denuncia Dacosta no es una profecía sin fundamentos. En noviembre de 2018
el gobierno intentó abrir una oficina del Arco Minero del Orinoco en Amazonas.
La iniciativa gubernamental fue detenida gracias a las protestas de los pueblos
originarios, que ya conocen lo que viene pasando con la CVM en Bolívar. En
septiembre de 2020, la comunidad indígena de Santo Domingo de Turasen en el
municipio Gran Sabana de ese estado rechazó la instalación y operación en sus
tierras de la corporación estatal, a la que acusó de fomentar y formalizar la
extracción aurífera en zonas protegidas, entre ellas, el Parque Nacional
Canaima.
La
CVM ha adquirido un perfil de persona non grata en la Gran Sabana, Personas que
pidieron no ser identificadas aseguran que desde el aeropuerto de Santa Elena
de Uairén, en el sureste del estado Bolívar, la CVM envía al Amazonas, en
aviones del Grupo Aéreo de Transporte N˚ 9
de la Aviación Militar Bolivariana, insumos mineros comprados en Brasil,
como turbinas.
Más información: https://armando.info/la-veda-a-la-mineria-se-levanta-en-la-nueva-amazonas/
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